Tarjeta gráfica integrada o dedicada: ¿Cuál es la mejor para tu laptop o computadora?

Al comprar una nueva laptop, el dilema de la tarjeta gráfica integrada frente a la dedicada puede resultar una elección difícil.

Básicamente, las tarjetas gráficas integradas no tienen su propia CPU (o «procesador»), sino que utilizan la RAM y la CPU del sistema. Las tarjetas gráficas dedicadas tienen su propia CPU, conocida como GPU (Unidad de Procesamiento Gráfico), y su propia RAM. A continuación te ofrecemos una descripción más detallada de cada una de ellas para ayudarte a tomar la decisión. La mayoría de las computadoras domésticas tienen tarjetas gráficas integradas, pero no es el caso de las laptops.

 

Tarjetas gráficas integradas

Como ya hemos dicho, una unidad gráfica integrada no utiliza su propia memoria RAM, sino que recurre a la memoria del sistema. Los gráficos integrados utilizan entre el uno y el cinco por ciento de la memoria disponible para los gráficos, lo que significa que el sistema puede ralentizarse si se realizan tareas que consumen muchos recursos, como la reproducción de vídeo o un juego.

 

Las unidades integradas tienen algunas ventajas: son mucho más baratas y hacen que el portátil sea más asequible. Esto podría incluso liberar presupuesto para otras características como una pantalla más grande, un procesador más rápido, etc. Las tarjetas gráficas integradas consumen mucha menos energía que las dedicadas, lo que aumenta la duración de la batería y reduce el calor generado.

 

Si sólo vas a utilizar tu computadora para el procesamiento de gráficos corrientes, una unidad integrada satisfará con creces tus necesidades. Por ejemplo, los juegos en 2D, el trabajo de oficina en general, la navegación por Internet y el visionado de vídeos. Podrás jugar a juegos 3D siempre que bajes la configuración de los gráficos para evitar ralentizaciones en el juego. Las tarjetas integradas también son mejores para cosas como el software de edición de vídeo.

 

Tarjetas gráficas dedicadas

Una tarjeta gráfica dedicada tiene su propia fuente de memoria, independiente de la RAM del sistema. Por ejemplo, si tu ordenador de sobremesa tiene una tarjeta de vídeo Nvidia GeForce RTX 2060 con 6 GB de memoria de vídeo, esa memoria está totalmente separada de los 16 GB de memoria del sistema de tu ordenador. Si realizamos muchos trabajos que consumen muchos recursos, como los juegos de alta gama o el diseño gráfico profesional, entonces una tarjeta dedicada es definitivamente el camino a seguir.

 

Sin embargo, las tarjetas dedicadas tienen algunas desventajas: pueden emitir mucho calor, si no tienes un buen ventilador o el diseño adecuado la GPU se calentará más rápido. Esto puede contrarrestarse hasta cierto punto asegurándose de que se adquiere una laptop con uno o dos ventiladores y muchas rejillas de ventilación. También hay soportes de refrigeración especiales si quieres mantener las temperaturas aún más bajas.

Conclusión 

 

La elección de la tarjeta adecuada dependerá en gran medida del uso que quieras darle. Si sólo quieres trabajar, navegar por Internet y ver películas, los gráficos integrados te servirán perfectamente.

 

Si necesitas una experiencia visual mayor, por ejemplo, diseño en 3D o juegos pesados, entonces incluye una tarjeta de vídeo dedicada en tu lista de especificaciones. Asegúrate de planificar con antelación y de comprar una tarjeta que cumpla con su cometido y que aguante, ya que los juegos y el software de diseño mejoran constantemente y consumen cada vez más recursos.

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